9: Soya

9: Soya


Debido a que recomiendo eliminar la leche de vaca de la dieta, la mayoría de la gente me pregunta cómo reemplazarla. Lo más frecuente, es que me pregunten por la leche de soya.

Desafortunadamente, a mucha gente le han hecho creer que la soya y los productos de soya son alimentos maravilla; sin embargo, creo que la leche de soya es mucho peor que la leche de vaca.

Muchas de las promesas “saludables” hechas por la industria de la soya son simplemente tácticas de mercadeo que nos hacen gastar dinero en productos de soya. 


La pequeña soya es un gran negocio; las ventas al detalle pasaron de US$0.852 billones a US$3.2 billones de 1992 a 2002. Para lograr esta hazaña, la industria de la soya ha tenido que convencer a mucha gente de que la soya es buena y ha suprimido mucha evidencia que dice lo contrario. Esta verdad ha enfurecido a muchos vegetarianos quienes durante mucho tiempo han usado la soya como un reemplazo de la carne y ahora sufren de una larga lista de dificultades reproductivas o hipotiroidismo (Daniel 2005).

En este capítulo, voy a explicar porque debes evitar la soya.

Historia


La soya es una leguminosa asiática rica en aceite que crece en vainas verdes. Tradicionalmente, las plantas de soya se sembraban en Asia como abono verde, un cultivo que se labra para enriquecer el suelo entre cosechas de cultivos. Los chinos descubrieron que el consumo de soya les ocasionaba malestares digestivos, hinchazón, y gases. No fue sino hasta que introdujeron los métodos de fermentación que la soya comenzó a ser usada como alimento para los humanos.



Está bien comer ocasionalmente los productos de soya fermentados como el miso, tempeh, natto, shoyu (la salsa de soya), y el tamari; la fermentación desactiva algunos de los anti-nutrientes en la soya que causan malestares digestivos y la pérdida de minerales en los huesos. Sin embargo, la mayoría de los productos de soya vendidos en los Estados Unidos no están fermentados, así que las toxinas naturales que produce están intactas. Los productos de soya sin fermentar además están procesados de una manera que hace que sus proteínas se vuelvan impuras e incrementa la cantidad de cancerígenos (Daniel 2005, 156).



Alguna gente argumenta que los asiáticos han consumido soya durante miles de años y tienen una incidencia de cáncer más baja que los estadounidenses, y que pequeñas cantidades de soya natural fermentada en la dieta promedio asiática (entre 9.3 y 36 gramos [entre 2 y 4 cucharas pequeñas] de soya por día como condimento) bien podrían tener un efecto protector. Infortunadamente, los estadounidenses han interpretado esta información de manera incorrecta y la han aplicado a productos de soya de baja calidad altamente procesados y sin fermentar, como el tofu (una sola taza del mismo pesa 252 gramos). Muchos norteamericanos consumen diariamente varias tazas de productos de soya.

Alimentos de Soya


En occidente, la soya ha sido usada principalmente como aceite de soya, el cual se encuentra en la mayoría de productos etiquetados como aceites vegetales, margarinas o manteca vegetal. La proteína de soya que sobraba de la extracción del aceite de soya, originalmente se usada exclusivamente para alimentar animales, pollos y, más recientemente, pescados de granja. El problema es que los animales pueden consumir grandes cantidades de soya antes de desarrollar serios problemas reproductivos y de salud. Así que, la industria de la soya empezó a mercadear estos subproductos de la producción del aceite de soya para el consumo humano.

Al ser un producto de la revolución industrial, la soya le dio a los tecnólogos de alimentos una oportunidad de desarrollar sustitutos baratos de la carne. Los modernos productos de soya más insalubres son fabricados utilizando procesos de alta tecnología. Entre estos están incluidas comidas listas para comer como: las salchichas de soya, hamburguesas de soya, tortitas de soya que imitan el pollo, leche de soya envasada, polvos de proteína, barras energéticas, hamburguesas vegetarianas, pastas bajas en carbohidratos y con chile, al igual que incontables alimentos que contienen proteína aislada de soya, concentrado de proteína de soya, y proteína vegetal texturizada.



Isoflavonas de Soya

Efectos Hormonales


Casi todos los productos de soya del mercado contienen fitoestrógenos (estrógenos derivados de plantas) conocidos como isoflavonas (Daniel 2005, 11 y 336). Se ha comprobado que las isoflavonas de soya reducen los niveles de testosterona de las ratas, monos y otros animales, incluyendo los de los humanos. En adultos, el consumo de soya puede afectar los niveles hormonales normales, afectando el sistema reproductivo en las mujeres (causando un flujo menstrual más pesado, incremento de calambres e infertilidad) y el decrecimiento de los niveles de testosterona en los hombres (el cual reduce el libido y la esperma). De hecho, una leyenda japonesa de esposas ancianas dice que las mujeres castigaban a los maridos descarriados ¡dándoles de comer mucho tofu!

Los efectos de la soya no son cosa de risa, especialmente cuando se trata de la salud y el desarrollo de los bebés alimentados con fórmula de leche de soya. Los infantes son extremadamente susceptibles a los efectos de la soya porque esta fórmula constituye la mayoría, sino es que toda, su dieta. Las cifras del Servicio Federal de Salud de Suiza indican que, todos los días, un bebé alimentado con fórmula de soya recibe una cantidad de estrógeno equivalente a la encontrada en ¡cinco pastillas de control de natalidad (Daniel 2005, 331)! Eso es mucho estrógeno para cualquiera; sin embargo, esta cantidad es especialmente peligrosa para bebés cuyo desarrollo requiere las hormonas correctas, en el lugar correcto, en el momento correcto. En los niños, la llegada de la pubertad puede verse retrasada, además los pediatras están denunciando de manera creciente, casos de niños castrados quienes alcanzan la pubertad con senos y pequeños penes (Daniel 2005, 370). En las chicas, la llegada de la pubertad puede ser acelerada, y en la adultez pueden ocurrir problemas reproductivos.

Efectos Sobre La Tiroides


Las isoflavonas de soya dañan más que el sistema reproductivo en adultos y niños. La gente que consume altas cantidades de proteína de soya todos los días (es decir, en leche de soya y en barras de energía de alta-proteína, las cuales contienen proteína aislada de soya, la fuente más concentrada de soya, y que sigue conteniendo sus isoflavonas y fitoestrógenos), a menudo se quejan de cansancio, baja energía, depresión, perdida de cabello, piel en malas condiciones, aumento de peso, y apetito sexual deprimido, todos ellos síntomas de una baja función de la tiroides (Daniel 2005, 329). Cuando son examinados por hipotiroidismo, casi siempre dan un resultado positivo.

Pasos de Acción


• Elimina de tu alacena todo lo que tenga proteína de soya, proteína aislada de soya, proteína vegetal texturizada, o aceite de soya (o soja). Productos potenciales incluyen muchas barras de energía empaquetadas, galletas, hamburguesas vegetarianas y muchos productos vegetarianos.

• Si has consumido soya por mucho tiempo, manda examinar la función de tu tiroides. Si sufres de hipotiroidismo, entonces eliminar la soya de tu dieta puede tener un efecto positivo en tu condición.



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